PLAN DE ACCIóN PARA SENTIRME BIEN

sentirme bien

Quiero sentirme bien con mi vida.

Ayer estaba con una clienta que me dice que está revuelta. Tiene muchas cosas en la cabeza que quiere solucionar, en muchas áreas distintas: en el trabajo, en la falta de ilusión y propósito, en su relación con sus hijos, pareja, con  su alimentación y salud,…

Después de poner sobre la mesa los diferentes aspectos que le gustaría trabajar le pregunto: ¿Qué es lo más importante ahora para ti, cuál es tu mayor prioridad ahora?

«Sentirme bien. Siento que si yo estoy bien conmigo voy a poder solucionar lo demás. Además se que no debería quejarme, no tengo ningún problema realmente importante. Con todas las cosas que ves que pasan y yo… Tengo todo para ser feliz. Se que tengo que vivir el momento, pero no se cómo hacerlo» 

Independientemente de los motivos y de la situación personal de cada uno, que siempre es diferente, se repite a menudo esta demanda en mis sesiones, la de «sentirme mejor» con la vida que tengo.

Infarto con 38 años. ¿Cómo te quedas?

A mi también me pasaba, tenía este sentimiento de no estar bien, de la queja, del victimismo, de no quererme lo suficiente. Aún ahora, alguna temporada vuelven los fantasmas. Y me dejo vivirlo un tiempo hasta que decido que ya basta, y me pongo manos a la obra. La buena noticia para mi, es que sé cómo darle la vuelta.

Hace un par de días conocí la muerte por infarto de un conocido de 38 años, y pensé en todas esas cosas que pasan por la mente, en los agobios y estreses que tenemos diariamente, en los pensamientos a los que damos vuelta pero no soluciones. ¿Realmente importa tanto lo que te está pasando ahora? ¿Cómo contarás esta etapa de tu vida a una persona dentro de 15 o 20 años? ¿Mirando desde la perspectiva del tiempo, merece la pena estar mal ante esta situación que estás viviendo?

Recordemos que nuestro cerebro está preparado para sobrevivir, no para ser feliz, por lo que tenemos una tendencia innata a centrarnos en lo que no está bien antes que en lo que funciona. Existen herramientas que te pueden ayudar sentirte bien, a ser más feliz. Necesitas conocerlas e introducirlas en tu día a día.

Plan de acción para mejorar tu bienestar

Piensa en tu vida ahora. Si sientes que no tienes realmente un gran problema pero las pequeñas viscitudes de la vida no te permiten sentirte bien contigo mismo, seguramente te vendrá bien probar con este plan de acción para mejorar tu bienestar. Esta lista no pretende ser completa, ya que existen tantas herramientas como tu imaginación te permita, pero puede ser un buen comienzo. Y todas tienen en común que yo las he utilizado y que se que funcionan en primera persona.

Plan de acción para sentirme bien

  1. Agradece diariamente 10 cosas de tu vida. Cuando te levantes mañana, antes de hacer nada más o pensar en otra cosa, céntrate un momento en todo aquello por lo que puedes dar gracias y que normalmente no valoras. A mi me resulta más sencillo escribirlo en un papel y leerlo todos los días, eso si,  saboreando cada frase.
  2. Empieza un diario de logros. Cada día apunta algo de lo que te sientas orgulloso: el resultado de un esfuerzo, una felicitación, algo que has hecho por ti o por los demás,… tiendes ha centrarte en aquello que ha salido mal y restas valor a lo que haces bien. Yo lo apunto en mi agenda, y cada semana lo traspaso a un word, así puedo releerlos semanalmente, o mensualmente o en los momentos en que necesite una motivación extra.
  3. Transforma el miedo en reto. Por ejemplo si no haces llamadas comerciales por miedo a que te digan que no, ponte como objetivo que te digan 10 «noes» seguidos y cuando los consigas te regalas algo: un masaje, una cena, un cine…. ¿Cuantos llevas: 1, 2, 3? Aun te queda mucho, sigue intentándolo. Irás perdiendo el miedo y te desbloquearás a la hora de actuar.
  4. Pon soluciones concretas a situaciones concretas. Si lo que quieres es tener más tiempo de calidad con tu pareja, sobre todo no te quedes en el mundo de las ideas, en soñar cómo sería vuestra vida si lo consiguierais. Define cómo hacerlo y hazlo. Coge un papel y concretalo, con fecha, hora, lugar, actividad,… ¿Ya lo tienes? Entonces manos a la obra. Hoy mismo.
  5. Toma perspectiva: piensa en cómo recordarás estos problemas cotidianos en el largo plazo. O incluso si los llegarás a recordar. Valora de 0-10 cómo de importante es esta situación en tu vida. Un 2, un 3? ¿Te merece la pena darle tantas vueltas? Yo me hago esta pregunta habitualmente. Cuando me enfado o me agobio, me sirve para tomar perspectiva y no sacar de quicio cosas sin importancia.
  6. Trabaja en tu desarrollo personal: cuanto más te conozcas más fácil va a ser que te aceptes y te comprendas. Y, por supuesto, que encuentres herramientas propias para tener tu propio plan de acción. Yo empecé hace más de 6 años y es un trabajo de toda una vida, pero como todo empieza con un primer paso. Conferencias, talleres, libros, meditación, coaching, terapia,… hay muchas posibilidades al alcance de tu mano.
  7. Haz deporte, muévete. Cuerpo, mente y emoción se retroalimetan entre si. El deporte genera endorfinas y te hace sentirte mejor, lo que te permite aumentar tu bienestar de forma automática. Yo lo noto mucho, las temporadas que me pongo las pilas y hago deporte de forma continua me siento mejor, más relajada, más tranquila.

¿Hay alguna herramienta que tu usas en tu vida cotidiana y que te funciona bien? Me encantaría que la compartieras en nuestra comunidad. 😉

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