Las etapas del cambio. Pensamientos y emociones del cambio individual y organizacional

Tanto desde la mirada organizacional como desde la individual, resulta útil comprender las fases por las que las personas transitamos los cambios.

Entenderlo resulta esencial para normalizar y comprender lo que nos pasa en las diferentes situaciones que vivimos y, también, lo que les puede estar pasando a otras personas a las que queremos facilitar este cambio.

Separaciones, ascensos, cambios de trabajo, duelos, pero también cambios estructurales, cambios de responsables, de procesos… nos ponen en el proceso de un cambio, no elegido, ante el que reaccionamos de forma similar a la respuesta ante el duelo que ya describió esta psiquiatra en 1969. Una respuesta humana y natural que nos prepara para abrirnos a una nueva realidad no deseada pero inevitable.

Las emociones y respuestas de las diferentes personas son similares pero no iguales, se pueden experimentar las fases en diferente orden, y cambiar la intensidad y la velocidad por la que podemos avanzar en ellas.

Para ayudarnos a entenderlo nos basamos en el modelo de Kübler-Ross, que menciona las siguientes etapas:

las etapas del cambio individual y organizacional. A3coaching
LAS ETAPAS DEL CAMBIO. MODELO PERSONAL Y ORGANIZACIONAL

ETAPA DEL CAMBIO 1: LA NEGACIÓN

La mente entra en shock ante una noticia inesperada. Es incapaz de procesar esa información y se bloquea ante el impacto.

  • Surgen pensamientos como “No es posible”, “Tiene que ser un error”, “Seguro que tiene otra explicación”…
  • Las emociones más habituales de esta etapa son el miedo, la confusión, la desorientación, la incredulidad.

ETAPA DEL CAMBIO 2: LA IRA

Etapa de alta energía, en la que sentimos que se ha cometido una injusticia y, de manera muchas veces inconsciente, buscamos a quién culpabilizar de la situación.

  • Surgen pensamientos como “¿Por qué a mi?”, “Esto es injusto”, “Tomaron la decisión equivocada”, “Sólo miran por sus intereses”
  • Las emociones más habituales de estas etapas son el enfado, el resentimiento, la indignación, o la frustración.

ETAPA DEL CAMBIO 3: LA NEGOCIACIÓN

Conforme se va reduciendo la intensidad de las emociones de la anterior etapa, llega el momento de intentar sacar lo máximo posible de la situación. ¿Qué puedo conservar de lo que tenía, que haga la situación más soportable?

  • Surgen pensamientos como «Haré cualquier cosa para solucionarlo», «Si cambio ciertas cosas, tal vez pueda cambiar el resultado».
  • Las emociones más habituales de estas etapas son la incertidumbre, la preocupación, la esperanza, la inseguridad…

ETAPA DEL CAMBIO 4: LA TRISTEZA

Esta es la etapa de menor energía. La tristeza es una emoción que invita al recogimiento, a la sanación interna necesaria para curar las heridas producidas por la situación (pérdida de una relación, de la seguridad, del estatus…) Es importante reconocer la emoción y validarla como parte del proceso de cambio. Lo que estaba ya no volverá y se va a echar de menos.

  • Surgen pensamientos como “Me siento sol@”, “Nada tiene sentido”, “Quiero volver a estar/ser/vivir como antes”, “No puedo seguir”…
  • Las emociones más habituales de esta etapa son la tristeza, la desmotivación, la depresión, la pérdida de ilusión por las actividades cotidianas.

ETAPA DEL CAMBIO 5: LA ACEPTACIÓN

La persona comienza a integrar el cambio, a aceptar que no hay marcha atrás y que va a partir de ahora va a vivir con una realidad nueva. La aceptación invita a una nueva energía en la que buscamos un enfoque nuevo, con la generación de ideas alternativas que ofrezcan mejores soluciones.

  • Surgen pensamientos como “Esta es mi realidad y voy a seguir con mi vida «, «Voy a encontrar la manera de seguir adelante y estar bien», “¿Qué más puedo hacer?”
  • Las emociones más habituales de esta etapa son la tranquilidad, la aceptación, la curiosidad, la creatividad, la colaboración, el entusiasmo.

UN MODELO APROXIMADO, ÚTIL PARA COMPRENDER LA RESPUESTA INDIVIDUAL AL CAMBIO

Es importante tener en cuenta que estos ejemplos son orientativos y que las experiencias pueden variar de una persona a otra.

Algunas personas pueden pasar más tiempo en una etapa particular o pueden experimentar varias etapas simultáneamente. Cada persona tiene su propio proceso y ritmo de adaptación al cambio.

Comprenderlo y normalizar las emociones por las que pasamos, tanto para mi propia vida como para facilitar el cambio en otras personas dentro de un equipo o una organización, permite verlo como parte natural del proceso y evitar vivirlo con preocupación por cómo me siento, o con frustración por la resistencia que recibo ante los cambios propuestos.

Comprenderlo, en definitiva, permite tomar conciencia para avanzar (o facilitar a otras personas) en el cambio y recorrer las diferentes etapas de la forma más adecuada posible a la situación, teniendo en cuenta las necesidades que surgen en cada una de ellas.

¿Quieres aprender más sobre el cambio personal o la forma de liderar a otras personas en los procesos de cambio? ¡Cuéntame qué necesitas y hablamos!

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